Jafar Panahi ganó el FIPRESCI con Taxi -PANAHI. El film Taxi, del iraní Jafar Panahi, ganó hoy el premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI) entre los 19 aspirantes de la sección a competición de la Berlinale. El galardón correspondiente a la sección Panorama, la segunda del festival, fue para Paridan az Ertefa Kam, de Hamed Rahabi, mientras que el de Forum fue para el italiano Il gesto delle mani, de Franceco Clarici. Los premios FIPRESCi son la antesala de los galardones oficiales de la Berlinale, que mañana entregará el jurado encabezado por el director estadounidense Darren Aronofsky y entre cuyos miembros están su colega peruana Claudia Llosa, el actor alemán Daniel Brühl y la francesa Audrey Tautou. Las apuestas difundidas estos días por los medios apuntan como favoritos a los Osos del festival 45 Years, del británico Andreas Haigh e interpretado por Charlotte Rampling. Le siguen El club, del chileno Pablo …

Aire Libre
Aire libre, la nueva película de Anahí Berneri, se sostiene sobre las columnas de una metáfora un poco obvia y trillada: esa casa que la arquitecta que interpreta Celeste Cid intenta recuperar y solventar a como sea. Esa casa es, claro que sí, su matrimonio. Pero, milagro de la puesta en escena que la directora maneja con gran solidez y madurez, la película trabaja la degradación de esa pareja con tanta naturalidad, aspereza y cercanía, que Aire libre logra minimizar el efecto negativo de sus redundancias para aumentar la potencia de su drama. Y hace -como pocas veces- que el plano sobre una ventana que se abre se torne físico y represente para el espectador un bienvenido remanso de aire para el desahogo. Uno de los grandes aciertos del film es la concentración en la intimidad de la pareja protagónica, pero además la reflexión sobre las consecuencias en el pequeño hijo de …

Río 2
Río 2 es el caso de una película que de alguna forma hemos visto con otros personajes una innumerable cantidad de veces. Parcialmente conocemos estos conflictos y la forma en que se van a desarrollar, todo transmite una sensación de deja vú hasta avanzada más de la mitad de la película, cuando hay un cambio brusco en la temática y en el personaje de Blu. Esta sensación que transmite el film responde a algo bastante simple: es difícil superar en una secuela a los conflictos de identidad y superación que tenía el protagonista en la primera parte que, sin ser tan redonda, fluía en su desarrollo con naturalidad permitiéndose una analogía ingeniosa entre el amor y la capacidad de volar del personaje. Carlos Saldanha, que indudablemente es un director con talento más allá de resultar irregular, cae en su propia trampa al darle integridad al personaje y llevándolo a confrontar una realidad que …